El Grupo de Artillería de Montaña VIII y el Batallón de Artillería de Campaña Nº 1 se adiestraron conjuntamente durante una semana en el terreno.
Mendoza – Desde el domingo 22 hasta el sábado 28, artilleros del Ejército Argentino y de la Armada se adiestraron conjuntamente en los terrenos de adiestramiento de armas de Uspallata, provincia de Mendoza.
En la montaña se encontraron el Grupo de Artillería de Montaña VII, que pertenece a la VIII Brigada de Montaña y está a cargo del jefe de unidad teniente coronel Claudio Testa, y el Batallón de Artillería de Campaña Nº 1 de la Fuerza de Infantería de Marina de la Flota de Mar (FAIF), junto a su comandante, capitán de fragata Fernando Daniel Terribile.
“Esto fue un intercambio conjunto dentro de la base de la iniciativa de dos comandantes artilleros que nos conocemos desde el año 91”, expresó el capitán Terribile; luego, la invitación formal surgió a través de los comandos de adiestramiento. “Nos motivó la idea de adiestrarnos juntos en virtud de tener los batallones los mismos calibres”.
Concretamente el ejercicio se basó sobre la idea de una operación retrógrada: “Es un movimiento sobre retaguardia en el que se busca cambiar espacio por tiempo”. Luego, el ejercicio finalizó simulando el movimiento del regimiento –que se desarrolló desde el lunes a la noche– y que terminó en una posición final de ambos grupos de artillería, culminando con 19 horas de fuego en el terreno, con intervalos de una hora para cumplir con el fuego de perturbación. La actividad prioritariamente fue nocturna ya que así lo requirió la operación.
Los medios de artillería que se utilizaron fueron: Obuses Oto Melara calibre 105 y cañones Bestform calibre 75 mm. “Lo interesante de esto fue cómo llegamos con los medios al terreno”, recalcó el capitán Terribile, “ésta es una unidad de montaña y este ambiente geográfico es muy particular y una de las baterías de fuego se transportó en mulas”.
Asimismo, el transporte mular se realizó de dos maneras: una desarmando la pieza de artillería totalmente, donde cada parte ronda en un orden máximo de 120 kilos que es lo que carga cada mula. La otra, fue “a la limonera”: tres mulas con un arnés que llevan el Obus entero. Este trabajo de transportar la artillería a la montaña, a la zona de ejercitación, lo llevaron a cabo conjuntamente los dos grupos de artillería.
Los movimientos se iniciaron en una zona muy complicada llamada Pampa Fría, que haciendo honor a su nombre, recibió a los soldados con -17º. Desde allí la tropa compuesta por casi cien hombres marchó treinta kilómetros con la artillería hasta tomar la posición a unos 2300 metros de altura. Luego se conformaron tres baterías de fuego.
Hacía treinta años que el Batallón de Artillería de Campaña Nº 1 no se adiestraba junto al Grupo de Artillería de Montaña Nº 8. “Ha sido un tremendo desafío para la gente, sufrimos el clima y las cuestiones de la altura”, aseveró Terribile.
Este tipo de ejercicio en conjunto y en terrenos diversos, busca lo modular, la polifuncionalidad del infante de Marina; de manera tal que le permita operar en cualquier ambiente geográfico. Esto se logra con la rotación en los distintos ambientes, diferente al que normalmente se opera.
A su vez, el trabajo en conjunto con el Ejército Argentino enriquece esa polifuncionalidad del hombre de la Infantería de Marina. “Es la interacción entre dos elementos que pueden tener distintos grado y uniformes o referirse a su superior de distinta manera, pero que tienen la misma esencia, que es –como se pudo apreciar– terminar una campaña demostrando lo que es el apoyo de fuego naval o aéreo”, recalcó el teniente coronel Claudio Testa al finalizar el ejercicio conjunto.
El sábado 28, luego de un almuerzo de camaradería con la correspondiente entrega de recuerdos de los hombres de mar a los artilleros de los Andes y viceversa, ambos comandantes agradecieron a todos la participación en el ejercicio y el espíritu de artillería puesto de manifiesto: “Con la misión de defender a la propia tropa y a la Patria”.
El comandante de la FAIF en el terreno
El capitán de navío Jorge Domingo Chitarrini, comandante de la Fuerza de Infantería de Marina de la Flota de Mar (FAIF), llegó hasta la zona de ejercitación en Uspallata, Mendoza, y recorrió las baterías, participando luego del fuego final. En esta oportunidad manifestó: “La Infantería de Marina desde que comenzó su proceso de reorganización y modernización determinó la necesidad de que el infante de Marina sea un hombre polifuncional y para esa polifuncionalidad, uno de los aspectos que se requiere es el adiestramiento en los diferentes ambientes geográficos”.
“Este es el caso del Batallón de Artillería de Campaña en donde a través de contactos que fueron realizando los dos jefes de unidad, establecieron las coordinaciones para realizar esta ejercitación en el marco de una situación táctica en donde hay elementos de Infantería que ejecutan una acción retrógrada, apoyados por artillería”, explicó el capitán Chitarrini.
“Estas características con las particularidades del terreno, la solución del problema técnico al tiro y aplicado a la situación táctica es lo que le da fundamentalmente al personal de oficiales, suboficiales, cabos y marineros, la motivación y el sentido profesional de nuestra actividad y nos permite a nosotros estar en condiciones de –como instrumento militar para la defensa– ser desplegados a cualquier ambiente”.
Asimismo, recalcó el esfuerzo por parte de las autoridades para materializar un ejercicio de estas características: “Evidentemente la gente lo reconoció y es por eso el esfuerzo y el trabajo que realizaron en un terreno duro, difícil, con viento y extremos de temperatura”. Todo esto hace al adiestramiento de la Infantería de Marina y también en esto se logra cristalizar lo que es el trabajo conjunto, “porque fijamos procedimientos y establecemos un lenguaje común”, señaló.
El Ejército Argentino puso a disposición de la gente de la Armada todo el material, como así también el adiestramiento previo a la marcha con las mulas. “Creo que este es el camino, el camino de la conjuntez, el camino de estar absolutamente integrados y que en definitiva, representa para los hombres y mujeres que conforman la Fuerza el sentido de motivación para el trabajo que realizan”, finalizó el comandante de la FAIF.
Fuente:http://www.gacetamarinera.com.ar/nota.asp?idNota=5834&idSec=7
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