Para que un barco sea considerado rompehielos requiere tres componentes: un casco especial reforzado, una forma del casco que le facilite dispersar el hielo y la potencia suficiente para abrirse paso. Un barco normal con un casco sin reforzar correrá riesgo si choca contra el hielo, por muy suave que sea el golpe.
os rompehielos consiguen fragmentar el hielo gracias a su momento y la fuerza para presionar el hielo con su proa. El peso del navío oprime el hielo, el cual no lo soporta, se agrieta y se rompe en pedazos. Un casco especialmente diseñado para rompehielos debe dirigir los fragmentos a los lados del navío o hacia abajo, para facilitar el avance del barco. Una alta concentración de trozos de hielo detendrá el barco, antes de que estos se rompan.
Lo esencial para un barco rompehielos es la habilidad para propulsarse sobre el hielo, romperlo y separar los fragmentos dejando una estela a su paso.
El A.R.A. 'Almirante Irízar' es un rompehielos diseñado especialmente para la Antártida, es así que técnicos y arquitectos navales de la empresa finlandesa que lo construyó realizaron estudios en su predecesor, el rompehielos A.R.A. 'General San Martín' a fin de ganar experiencia en las regiones antárticas.
Fuera de Servicio
Debido a un accidente a bordo el 10 de abril de 2007 a las 19, 30 horas, donde en su sala de maquinas, comenzó un incendio de proporciones, después de casi 6 años, aún está en reparaciones y no hay seguridades de que pueda estar operativo para la campaña antártica 2013 – 2014.
Está previsto que se incorporen dos nuevos motores, nuevos generadores, ampliar la capacidad para una mayor tripulación, llevándola a 312 plazas, nuevo sistemas de navegación de última generación.
Por razones especiales no se muestran fotos del buque siniestrado. Exponerlo herido, lastima los sentimientos.
Hoy esta recuperando su prestancia para estar operativo y brindar ayuda y apoyo en los territorios helados, de los cuales la República Argentina tiene una porción, que debería cuidar con mas esmero y dedicación.
Las naves y aviones dedicados a esta insigne tarea, como toda la logística y tecnología de apoyo, deben tener el mantenimiento adecuado para las difíciles tareas a que están sometidos, en cada campaña anual.
No debemos olvidar que en nuestra bases Antárticas hay personas que dependen de los equipos para estar abastecidos y resguardados en plenitud.
Ademas, el territorio que está bajo nuestra bandera, debe ser preservado y con muestras firmes de nuestra vocación de custodia de nuestro suelo, tan propio, como el continental.
Debido a un accidente a bordo el 10 de abril de 2007 a las 19, 30 horas, donde en su sala de maquinas, comenzó un incendio de proporciones, después de casi 6 años, aún está en reparaciones y no hay seguridades de que pueda estar operativo para la campaña antártica 2013 – 2014.
Está previsto que se incorporen dos nuevos motores, nuevos generadores, ampliar la capacidad para una mayor tripulación, llevándola a 312 plazas, nuevo sistemas de navegación de última generación.
Por razones especiales no se muestran fotos del buque siniestrado. Exponerlo herido, lastima los sentimientos.
Hoy esta recuperando su prestancia para estar operativo y brindar ayuda y apoyo en los territorios helados, de los cuales la República Argentina tiene una porción, que debería cuidar con mas esmero y dedicación.
Las naves y aviones dedicados a esta insigne tarea, como toda la logística y tecnología de apoyo, deben tener el mantenimiento adecuado para las difíciles tareas a que están sometidos, en cada campaña anual.
No debemos olvidar que en nuestra bases Antárticas hay personas que dependen de los equipos para estar abastecidos y resguardados en plenitud.
Ademas, el territorio que está bajo nuestra bandera, debe ser preservado y con muestras firmes de nuestra vocación de custodia de nuestro suelo, tan propio, como el continental.
Fuente:http://www.argentino.com.ar/rompehielos-ara-almirante-irizar-recuperando-su-operatividad-F1407C50E1AD8
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