La maniobra para fabricarla se hace todos los días a las 8.30, durante el período invernal en que el pozo de agua está congelado y bajo toda condición climática.
Consiste en llenar a pala 15 cajones de nieve. Luego estos cajones naranja se trasladan haciendo un pasamano hasta el módulo del derretidor de nieve. Cuando alguno de los invernantes, por algún motivo, no puede hacer los cajones de nieve que le corresponden, se reparten entre el resto.
“En este módulo hay una batea de acero inoxidable y una caldera, donde mediante calor se derrite la nieve para transformarla en el agua potable que consumimos para todo uso”, explicó el jefe de la Base Antártica Orcadas, capitán de corbeta Néstor Luján Casanovas.
“Para esta maniobra, como para todas las tareas comunes, no hay jerarquías: del más antiguo al más moderno, militares y civiles, estamos aunados en una tarea común vital para nuestra subsistencia en el riguroso ambiente antártico, que demanda además un gran esfuerzo físico diario”, detalló, a lo que agregó: “Es un ejemplo paradigmático de trabajo en equipo, voluntad, camaradería y espíritu de cuerpo, valores que nos enseñan en nuestros institutos de formación de la Armada”.
“Por este tipo de tareas y por la voluntad, compromiso e idoneidad en cada ardua labor que encaran día a día, no tengo palabras para describir el orgullo que me genera el desempeño de mi dotación”, concluyó el capitán Casanovas.
Una noticia que motivó un festejo en Orcadas fue que el viernes 20 de septiembre nació en la ciudad de Santiago del Estero, Thiago Martín, el hijo del cabo primero Servicios José Manuel Santibañez, quien se encuentra invernando en la base antártica. Tanto el bebé como la mamá se encuentran en perfecto estado y el padre muy emocionado por la llegada de su hijo, a quien estrechará en sus brazos cuando regrese al continente.
Fuente:http://www.gacetamarinera.com.ar/nota.asp?idNota=5824&idSec=7
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